Sábanas
Ferradas
¡Cómo callan las
palabras,
cuando al viento las
lanzas,
adormecidas,
besadas!
¡Cómo odio tus
silencios,
que tantas amarguras
calla!
Quererte ha sido un
juego,
no de niños, y
aprendimos
que ser adultos no
es sólo
desear siempre lo
mismo.
Formas una cábala
que los hados, con
veneno,
a mis manos llevan.
Con cada punzada,
a tus ojos relato,
que en sueños
camino,
y en sobriedad no
olvido.
Las piedras pisadas
jamás,
por alto que al
morir griten,
que te quise
negarán.
¿Cómo olvidar que
es un juego?
No, lejos somos de
ser niños,
y tras otro lance en
tu cama,
y ardiente como las
llamas,
bajo estocadas de
sábanas,
de muerte me
herirás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario